Crianza

Trasiego del vino ¿Qué es?

La operación de trasiego en un vino supone abandonar su exótica e intensa juventud para dar lugar a los aromas que evolucionarán durante su envejecimiento. Pero… ¿Cómo es posible?

El trasiego consiste en cambiar el contenedor del vino. Durante este proceso, se separa el jugo de los sedimentos sólidos almacenados en el fondo durante la fermentación. Al mismo tiempo, el vino se oxigena para que los aromas evolucionen de forma controlada por el enólogo 

Es posible trasegar el vino tanto con la ayuda de una bomba o mediante el método tradicional empleando el propio peso del vino.

Tipos de trasiego

Es muy común realizar trasiegos con la finalidad de limpiar los grandes depósitos donde se ha fermentado el vino.

Paralelamente, las operaciones de trasiego que más impacto tienen en el vino tienen lugar durante la etapa de crianza. Como los drinklovers más expertos ya conocen, la madera de roble aporta aromas que se complementan con el vino y mediante el trasiego, el enólogo posee la capacidad de introducir diferentes maderas al vino con sus respectivos aromas.

 

 

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¿Cuántos trasiegos se deberían realizar?

No existe un número estricto de trasiegos para un vino, simplemente el enólogo se debe fiar de su instinto. Sin embargo, existen reglas comunes que se suelen cumplir:

  • Cuanto más grande sea el recipiente, con mayor frecuencia se debe realizar la operación de trasiego.
  • Los vinos filtrados en una fase inicial no necesitan muchos trasiegos.
  • Si se desea la fermentación maloláctica solo se hace la operación de trasiego en la última fase.
  • Otros factores que influyen en las operaciones de trasiego son la temperatura de las bodegas, naturaleza de los vinos y la región de la uva.

¿Se hace trasiego con el vino tinto y con el vino blanco?

La respuesta corta es sí, pero depende de la referencia y de la forma de trabajar esas referencias. Este artículo tiene una vocación informativa y generalista, os dejamos algunas reglas generales a respetar:

  1. A mayor recipiente, con mayor frecuencia debe realizarse el trasiego del vino.
  2. Si queremos que un vino haga la segunda fermentación alcohólica o fermentación maloláctica, solo se debe trasegar el vino en la última fase.
  3. Los vinos filtrados en su fase inicial no requieren de muchos trasiegos.
  4. Depende de la temperatura de las diferentes zonas, así como las variedades utilizadas, para que el enólogo decida trasegar más o menos veces.

Normalmente el trasiego del vino blanco se aplica después de la fermentación, la clarificación o la estabilización y con una frecuencia de dos a tres veces.

El trasiego del vino tinto depende del tiempo en barrica que tenga. A mayor crianza, normalmente, mayor frecuencia de trasiego para el vino. Por ejemplo, los vinos jóvenes pueden trasegarse como los vinos blancos, entorno a dos o tres veces. Esto aumentaría a entorno seis veces para los vinos con crianza.